Nunca digas "hoy es un mal día".
"La Noche Buena de 1836"
Yo y mi criado (fragmento).
El numero 24 me es fatal: si tuviera que dar un ejemplo diría que en día 24 nací. Doce veces al año amanece día 24. Sí: soy supersticioso, porque el corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades; sin duda por esa razón creen los amantes, los casados y los pueblos, a sus idolos, consortes y a sus gobiernos; y una de mis supersticiones consiste en creer que no puede haber para mi un día 24 bueno. El día 23 es siempre para mi calendario vispera de desgracia, y a imitación de aquel jefe de policía ruso que mandaba a tener prontas las bombas para la visperas de desgracia, así yo desde el 23 me prevengo para el siguiente día de sufrimiento y de resignación, y al dar las 12 no tomo ni vaso por miedo a romperle, ni apunto carta por temor de perderla, ni enamoro mujer por terror a que diga que sí, pues en cuanto a amores tengo otra superstición:
Imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere. Si no es verdad es un tormento, y si le verdad... ¡Bienaventurado a quien la mujer le dice que no le quiere, porque al menos ese eschucha palabra sincera!...
Mariano José de Lara (1809-1837)
Esto lo escribí porque además de hacerme reir, me hizo reflexionar un rato.
Hay mucha verdad en esto, especialmente en lo de la mujer, o en la busqueda de la "verdad". Además muestra la forma de vida de muchos, creyendo en algo que sus mentes crean, esa fé que realmente hace negativos esos días.
El perfecto equilibrio entre el corazón y la mente lo puede controlar todo.

<< Home