lunes, octubre 03, 2005

Un día mas:

Una vez mas, en mi cruel carrera de supervivencia escolar llegué al metro.

Los primeros trenes estaban llenos y era tarde, pero al cabo de un rato logré subirme a uno, pero mi bro quedó abajo (bro= hermano de 17 años que vá en 4to en mi colegio). Quedé apretado contra la puerta, resibiendo los golpes de los zombies santiaguinos que estaban detrás mio, y sufriendo por cada uno de los olores que solo se sienten los días lunes después de un fin de semana disfrutado.

Me subí en U.L.A, avanzamos, llegamos a Republica y por un brusco frenazo quedé con mi mano derecha pegada al vidrio al puro estilo "Titanic", daba la impresión de que saludaba a los individuos que esperaban a que alguna sombra se bajara de algún bagón para demostrar su espiritu chileno y sin una palabra, solo con un empujón cariñoso ocupar el espacio disponible. Partimos y el momento espacial fué al llegar a Los Heroes. Mi mano en el vidrio, mi cuerpo apretado por la multitud que quería bajar, y un rapido movimiento antes de que las puertas se abrieran hace que mire hacia afuera, y lo que ví fué una mirada agachada, que de poco subió y que solo fué para encontrar la mia, le siguió una sonrisa, una sonrisa que ya he visto otras veces pero que nunca he entendido, una sonrisa tierna, en un rostro alegre, lindo, puro. Yo salí disparado por la gente que me empujaba, y volví a entrar creyendo que ella (La niña del metro) entraría también, pero estaba pensativa, hacía amagos de subir pero su vergüenza decidió que no lo haría, y ella abajo y el tren no partía, no sé si era porque el conductor veía nuestros rostros irradiando alegría o porque simplemente había una falla mas adelante, y nuestras miradas entrelazadas seguían conversando calladamente en un tibio juego de luz, cuando derrepente se cerraron las puertas y te vi abajo, lejos, pensé esperarte en la otra estación, pero mirando el reloj me dije "vas a llegar atrasado" así que seguí mi camino como todos los días, pero con el placer de haber visto tu mirada con el honor de haber escrito una sonrisa en tu rostro.

Holas!!
Historias reales de un loco enamorado.
No es de un algo, sino de un todo.

Saludos Alvaro que tu güagüita nasca bien. ¡¡PERO AVISA CABALLO BRUTO!!